Porque no recomendamos utilizar fertilizantes en el jardín.

Cuidar tu jardín, sea o no seco, significa adoptar prácticas sostenibles que respeten la naturaleza y promuevan la salud del suelo y de las plantas. Aunque muchas veces se recomienda el uso de fertilizantes para mejorar el crecimiento de las plantas, en realidad, puede tener efectos negativos a largo plazo . En este artículo, exploraremos por qué es mejor evitar los fertilizantes y cómo mantener un jardín próspero utilizando técnicas alternativas.

  • El daño que los químicos causan a la tierra
  • Abonos en un jardín sano
  • La técnica del acolchado
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    El daño que los químicos causan a la tierra

    El uso de fertilizantes químicos puede causar daños importantes al suelo. Estos productos, a menudo ricos en nitrógeno, fósforo y potasio, tienden a modificar la composición natural del suelo, empobrándolo de microelementos y sustancias orgánicas esenciales . Esto puede conducir a una disminución de la biodiversidad del suelo, al reducirse la diversidad de la población de microorganismos útiles, como bacterias y hongos. La consecuencia es un suelo menos fértil y menos capaz de sustentar el crecimiento sano y natural de las plantas.

    Además, se sabe que los fertilizantes químicos contaminan las aguas subterráneas y superficiales : cuando llueve o se riega el suelo, el exceso de productos se disuelve, contaminando los cursos de agua y dañando potencialmente el sistema hídrico.

    Abonos en un jardín sano

    En un jardín bien gestionado y con suelo sano, el uso de fertilizantes debe ser mínimo. Las plantas pueden obtener la mayoría de los nutrientes que necesitan del suelo rico en materia orgánica y vida microbiana gracias a la biodiversidad inherente del jardín . Cuando el suelo está en equilibrio, las raíces de las plantas pueden absorber los nutrientes de manera más eficiente, reduciendo la necesidad de insumos externos.

    Si optas por utilizar fertilizantes, lo recomendable es optar por los orgánicos, pero siempre con moderación . Los fertilizantes orgánicos, de hecho, aportan nutrientes de una forma más natural y se absorben gradualmente, sin provocar picos de nutrientes que puedan estresar a las plantas. Sin embargo, no se recomiendan los fertilizantes derivados del estiércol , ya que pueden introducir semillas de malas hierbas en el suelo. Además, el abuso de cualquier tipo de fertilizante conlleva un aumento de la necesidad de riego , ya que un exceso de nutrientes puede deshidratar las plantas, requiriendo mayores cantidades de agua para mantener el equilibrio. Por este motivo, un jardín seco, que por su naturaleza necesita muy poca agua, es difícil de conciliar con el uso de fertilizantes.

    La técnica del acolchado

    Una alternativa ecológica y eficaz al uso de fertilizantes es el acolchado . Esta técnica consiste en dejar los recortes sobre el césped en lugar de retirarlos, permitiendo que la materia orgánica se descomponga de forma natural y devuelva al suelo los nutrientes que necesita . El acolchado ayuda a mantener la humedad del suelo, reduce la necesidad de riego y fomenta el crecimiento de microorganismos que enriquecen la estructura del suelo .

    Además, la cobertura natural del suelo tiene una acción protectora contra la erosión y previene el crecimiento de malas hierbas . A través del mulching se recrea un ciclo natural de nutrientes, en el que la materia orgánica se reintegra constantemente al suelo, sin necesidad de recurrir a productos químicos o fertilizantes adicionales. De esta forma, el jardín se mantiene sano y autosuficiente, respetando el medio ambiente y reduciendo el impacto de las actividades de mantenimiento.